La morcilla, plato típico de Burgos.

Burgos, por si sola, posee muchos atractivos que invitan a conocerla. La catedral,  el Monasterio de las Huelgas, el Museo de la Evolución Humana... son  los más emblemáticos de la ciudad pero, ni mucho menos, los únicos. Posee además un casco antiguo perfectamente conservado y peatonal que invita a perderte entre sus callejuelas y disfrutar de un ambiente de lo más tranquilo que puedas imaginar.


Morcilla de Burgos.
Llegada la hora del almuerzo podemos degustar su maravillosa morcilla -posiblemente el plato más típico de la cocina burgalesa- en cualquiera de los muchos restaurantes  que, además, son bastante asequibles. Los encontrarás distribuidos por todo el casco antiguo de tan bonita ciudad. Una recomendación es hacer coincidir la visita a la ciudad de Burgos para disfrutar de esta grandioso plato con el fin de semana Cidiano. La experiencia sensorial que te llevarás de la ciudad será única.


Cómo se prepara.

Es una morcilla de arroz cuya base procede principalmente del cerdo. Sus ingredientes principales son cebolla, manteca, sangre y arroz. Se le deben añadir en su justa medida otros componentes como la sal, pimienta, pimentón y orégano.

Existen montones de recetas para disfrutar de ella. Así pues, su presentación puede hacerse con pimientos de piquillo, con patatas a la yema, de pimientos rellenos, dentro de una tortilla paisana, con pudin.  De cualquier manera quedará bien y acompañada para su degustación, como no podía ser de otra manera, con un buen Ribera del Duero. A buen seguro que  quedaremos muy satisfechos.

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